Letra P – “Es urgente que el Gobierno tenga un plan económico tangible”

El vice de la cámara empresaria más importante de EE.UU. advierte que otros países de la región son más atractivos para invertir. Biden y el multilateralismo.

La US Chamber of Commerce es el brazo empresario más importante de los Estados Unidos. Su vicepresidente senior para América, Neil Herrington, mantuvo en 2020 conferencias virtuales con más de una decena de mandatarios de la región. Desde Washington, habló con Letra P sobre la nueva etapa que se abre con Joe Biden en la Casa BlancaTambién dio la visión de las empresas de ese país sobre Argentina. Repitió, con énfasis, un mensaje: “Es urgente que el Gobierno se enfoque en un plan económico tangible”.

-¿Qué perspectivas tienen sobre la relación de Biden con América Latina?

-Estamos muy entusiasmados con la agenda de la nueva administración hacia la región. Enfrentamos dificultades en los últimos cuatro años y ahora creo que van a priorizar un enfoque multilateral. La prioridad será obviamente abordar la pandemia. Otra prioridad es el Triángulo del Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras. Hablando de México, el tema del cambio climático va a ser importante. A la administración Biden le importa mucho promover la energía renovable.

-¿Qué esperan para Sudamérica?

-Con respecto a Venezuela, otro enfoque multilateral, trabajando con grupos aliados y socios, como el Grupo de Lima, para facilitar la transición democrática y abordar las necesidades de los migrantes venezolanos hacia toda la región. El abordaje del cambio climático va a ser sumamente importante. El tema va a impactar en algunas relaciones bilaterales importantes, como el caso de Brasil. El último punto que tocaría es la Cumbre de las Américas. Estados Unidos será anfitrión y la administración lo ve como una oportunidad sumamente importante para tener un enfoque multilateral, que tiene que ver con la reactivación económica regional, el crecimiento y el empleo.

-Parece inviable que Biden sintonice bien con Jair Bolsonaro, mientras que Alberto Fernández y parte de su entorno dejan trascender que pueden tener un buen entendimiento. ¿Cómo se posiciona la Argentina en ese sentido?

-La administración Biden reconoce la importancia de Argentina para la región, aunque tal vez no sea la figura que vaya a liderar la relación bilateral, desde nuestro lado. Todos están enfocados, inclusive dentro de la administración Biden, en las negociaciones que Argentina lleva a cabo con el FMI. Hay prioridades económicas que la administración tiene, que nosotros como sector privado tenemos, de que haya una resolución favorable para la actual política de restricciones cambiarias. También sobre el comercio administrado, que siempre va a impedir el avance del mercado y la economía; la falta de incentivos fiscales y de políticas a largo plazo para incentivar la inversión. En general, el otorgamiento de señales claras a mediano plazo a través de un plan socioeconómico sustentable y cierto, y también la seguridad jurídica. Este es un tema que la administración Biden prioriza en toda la región y es sumamente importante para Argentina. Hacen falta previsibilidad, transparencia, estabilidad y debido proceso legal, que son esenciales para atraer inversiones al país. No obstante, hay oportunidades.

-¿Cuáles?

-Creo que habrá una oportunidad para volver a abrir el mercado estadounidense al biodiésel argentino. La buena noticia es que ya no contamos con la época de aranceles de la administración Trump. También hay potencial para exportaciones regionales como camarones, vinos, cebada, etcétera. Estados Unidos es uno de los destinos más relevantes para las exportaciones relacionadas a la economía del conocimiento. El nivel de capital humano argentino y el potencial del país para aumentar exportaciones es una oportunidad imperdible.

-Después del canje de deuda privada, ¿esperaban que el gobierno argentino tomara otro rumbo económico?

-Nos gustaría ver una resolución más rápida y pasos más concretos para establecer la estabilidad macroeconómica. El país tiene una tasa de inflación nueve veces mayor que la de los otros países en la región y es importantísimo que la política sea responsable por la situación de crisis económica y social que vive el país. Solo con apoyo al sector privado, con empresas dinámicas que inviertan y generan trabajo, será posible terminar con la pobreza y generar desarrollo. Es necesario adoptar políticas similares a las de América Latina. En primer lugar, abordar la inflación y determinar cómo bajarla. Además hay que poner especial atención a la presión tributaria, dos veces más alta que en la región, y el riesgo país es muy alto. Argentina necesita consensos claros para eliminar las desventajas que sufre respecto de otros países con los que compite para captar inversiones.

-¿Cuáles son esos competidores?

-La Alianza del Pacífico: Chile, Perú, Colombia. Tienen políticas macroeconómicas que simpatizan con el comercio internacional, priorizan la libre empresa y los mercados abiertos. La región tiene un potencial importante con el fenómeno de onshoring, la posibilidad de que las cadenas de suministros de Asia se reubiquen en las Américas para estar cerca de América del Norte. Recibimos a fines de 2020 a ocho jefes de Estado de la región y todos llegaron con planes bien definidos de onshoring: República Dominicana, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile… tienen marcos económicos muy competitivos, en primer lugar respecto de la seguridad jurídica. Ofrecen más transparencia, más previsibilidad, más estabilidad, más certidumbre en general.

-Durante 2020 se reunió con ministros y con el propio Fernández. US Chamber destacó esos intercambios. ¿Hay diferencias del dicho a los hechos?

-El Gobierno merece mucho crédito por haberse mantenido abierto a nuestras perspectivas como inversionistas estadounidenses, pero es urgente que se enfoque en un plan macroeconómico tangible, que apoye a la libre empresa. Obviamente, la situación con el FMI, las negociaciones ya tenemos entendido que puede ser que se aplacen otros meses… nuestro mensaje para el Gobierno actual sería que avance en un plan económico tangible que atraiga a la inversión extranjera y que promueva también la inversión doméstica. Sin ello, va a ser imposible que la economía se recupere.

-¿Interpretan la salida de empresas multinacionales del país como un fenómeno local o como un reacomodamiento de portafolios global, por la crisis?

-Es una combinación de las dos. La situación de Argentina importa en ese sentido. Al final del día, los inversionistas tienen opciones y estos factores que mencionaba les dan mucha preocupación. Todos en Argentina tienen que darse cuenta de que estos factores impactan de manera negativa en la inversión extranjera. No hay país en nuestra región con más potencial que Argentina, por su capital humano increíble, sus recursos naturales agropecuarios, energéticos… con la administración Biden pueden aumentar el potencial en energía renovable, pero se requiere sobre todo un marco macroeconómico y jurídico bien estable.

-Hay continuidad entre Donald Trump y Biden al plantear alarmas sobre el rol de China en la región. ¿Qué alternativa proponen desde Washington para contrarrestar a Beijing, que es fuente de inversiones importantes?

-Hemos abogado mucho para que el gobierno estadounidense utilice todos sus recursos de agencias como DFC (Corporación Financiera de Desarrollo Internacional) el Banco de Importaciones y Exportaciones (Eximbank), para apoyar al exportador norteamericano en la región. La exportación del sector privado estadounidense es a largo plazo y no se puede decir lo mismo de China.

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