La Argentina tiene la oportunidad de equilibrar su economía a través de la producción de petróleo y gas a gran escala, lo que implicaría más actividad, inversión y exportaciones. Aunque el objetivo no es convertirse en Arabia Saudita o Estados Unidos, se espera un rápido crecimiento y un cambio estructural en el sector energético del país.
Daniel Gerold consultor y fundador de G&G Energy Consultants and Venture Capital & Private Equity Consultant, participó de “Spaces: Futuro energético” un encuentro virtual via Twitter de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham).
Gerold explicó que Argentina tiene una oportunidad con el gas y petróleo para producir de forma considerabla en una escala mayor a la que siempre tuvo, y la oportunidad es que eso contribuya a equilibrar la macroeconomía del país a través de más actividad, más inversión y mayores exportaciones y menores importaciones.
“Nosotros no vamos a salvar al mundo, este no es un sector que vaya a ser el más grande de la Argentina, pero es un sector que puede crecer rápido, entonces hay una serie de beneficios que se pueden lograr para el país. No es que vamos a ser Arabia, y mucho menos no vamos a hacer Estados Unidos, pero para las necesidades de la Argentina y el tamaño de la Argentina creo que hay una posibilidad de crecer en forma rápida, sostenida y hacer una especie de cambio estructural en un sector que siempre fue el talón de Aquiles, no digo de un gobierno, sino del país, siempre hubo problemas con la energía”, enfatizó el consultor energético.
A diferencia de Argentina, Estados Unidos tiene varias cuencas como Vaca Muerta y tiene una industria petrolera y de servicios sumamente dinámica y acceso a capital enorme porque las reglas son las mismas que había hace 110 años.
“Argentina carece de estabilidad en sus reglas. Las reglas no son malas, porque la ley que hay, es bastante buena. El problema es que muchas veces los distintos gobiernos, los distintos dirigentes políticos siempre están tentados de cambiarlas y las cambian muchas veces o no las inventan. Ese es el primer factor que nos diferencia y en donde la Argentina tiene que trabajar, digamos, las leyes que están hay que respetarlas, cumplirlas“, explicó Gerold
Y mencionó al capital como el segundo item necesario para que Argentina se parezca más a Estados Unidos, “el capital va a donde hay estabilidad y donde tiene rentabilidad y donde hay reglas estables y ese es lo más difícil muchas veces se dice bueno no si esto está es como abrir una válvula no no Esto es muy complejo y se necesita capital, y capital durante muchos años”.
El desafío eses ahora “va a haber un cambio de gobierno, o vendrá este nuevo gobierno, u otro. El punto es que se ratifique una línea de funcionamiento y que se corrijan las cosas que faltan, la macroeconomía y acceso a divisas y todo eso es sumamente importante para aumentar la inversión. Lo que se hizo se logró con el capital que había acá. Bueno, para ir a jugar a primera A o a nivel mundial necesitamos dar un salto y ese salto viene dado, para mí, por la calidad del respeto a las reglas, las instituciones y las leyes que hay”, remarcó Gerold.
El Gasoducto Néstor Kirchner es un hito, hace cuatro décadas no existía una obra de infraestructura de tal envergadura “esto es un gasoducto nuevo, en la primera etapa de un gasoducto nuevo, que va a tener otras etapas. Pero es un arranque”.
Gerold remarcó que en 2024 y 2025 se van a reducir las importaciones de gas natural licuado y gasoil para la generación eléctrica e impulsará la producción de gas. El petróleo también trae buenas noticias, la llegada de nuevos oleoductos va a permitir exportar petróleo que tiene un valor más alto que el gas.
Si bien el plan de venderle gas a Bolivia y tentador, sus resultados no son tan inmediatos. Una planta de licuefacción que permita exportar GNL tiene un plazo largo y requiere de una inversión de US$ 6.000 millones sólo para el primer módulo, lo que demoraría entre 5 y 6 años de construcción y preparación.
Remarcó que “Argentina tiene una participación del gas natural muy alta en su matriz energética. No consume carbón, que emite el doble de emisiones de dióxido de carbono, y tiene una posición bastante privilegiada y va a ir volcándose más y más al gas natural a la vez que desarrolla proyectos de energía renovable”.
“Hace muchos años esto no existía un recurso económicamente desarrollable, sí existía como un recurso, no se le encontraba la vuelta, por llamarlo de algún modo, ahora sí, ahora los precios son atractivos en el exterior, se necesita este petróleo, se necesita gas, tenemos la posibilidad de ser competitivos, se encontró con gran profesionalismo de los participantes, una productividad excelente”, remarcó Gerold.
Y concluyó que lo que falta es mejorar el sistema dirigencial “en los gobernantes, en quienes hacen leyes, en que comprendan el valor del respeto de las leyes para el inversor (…) Los inversores privados que invierten a riesgo, pueden asumir el riesgo de su negocio y de su actividad o que no pueden asumir es el riesgo de que pasado mañana me sacan una ley que me invalida todo lo anterior”.