Inés Weinberg de Roca dijo que la Justicia está “bastante vapuleada” y que la actitud de la vicepresidenta es un agravante. Opinó en contra de que los magistrados sigan en funciones más allá de los 75 años.
Un Foro organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (Amcham, por sus siglas en inglés) en el Hotel Sheraton de Retiro fue el escenario elegido por la presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, Inés Weinberg de Roca, para cuestionar a la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Si no obtiene los resultados que espera denuncia a la Justicia”, dijo.
La titular del máximo tribunal de la ciudad de Buenos Aires, que viene de ser la candidata propuesta por Mauricio Macri para ocupar la Procuración General tras el desplazamiento de Alejandra Gils Carbó, se pronunció en contra de la vice al cerrar el Ethics & Transparency Forum 2023.
Fue cuando reconoció que “la Justicia está bastante vapuleada como todas las instituciones en este momento” y que “en los años 90′ comenzó un periodo de descrédito” a partir de la mayoría automática de Carlos Menem.
Para Weinberg de Roca, “eso no mejoró con el gobierno kirchnerista, que hizo tabula rasa y juicio político, entonces lo que queda a nivel de opinión pública son cortes supremas eliminadas por el poder político”.
“Estas cosas no ayudan”
En esa línea, la jueza del TSJ sostuvo que a la negativa situación del Poder Judicial se le agrega como agravante “una vicepresidenta que si no obtiene los resultados que quiere denuncia a la Justicia y después de las elecciones da un reportaje para hablar de lawfare“, en referencia a la entrevista que la titular del Senado mantuvo con el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la cadena RT.
“Estas cosas no ayudan a que haya una confianza a la Justicia cuando hay cuestionamientos desde la misma política que elige a los jueces. Los jueces no salen de un repollo, sino que salen de propuesta del Poder Ejecutivo. El kirchnerismo ha podido nombrar muchísimos jueces pero por otro lado se queja de la Justicia cuando no obtiene de ella los resultados que quiere”, manifestó.
“Y por suerte los jueces no son elegidos democráticamente. Si hubiera elecciones populares de jueces la política podría bloquear el funcionamiento de la justicia porque, justamente, los jueces dependerían del poder político”, agregó.
Weinberg y la edad límite de los jueces
Pero la magistrada fue más allá y sumó su voz al último debate judicial que estuvo en agenda semanas atrás: la permanencia de los jueces más allá de los 75 años.
“No fue bien pensado por el constituyente el tema de la edad. El límite de 75 años no estaba dentro de la agenda pero el doctor Alfonsín se encaprichó en que los jueces no se puedan quedar por siempre entonces se incorporó. Como los jueces no deben depender de la política no debería existir la posibilidad de que sigan más allá de los 75 años”, manifestó.
Durante el planteo, Weimberg no puso nombres propios, ni siquiera el de la cesada jueza de la Cámara de Casación, Ana María Figueroa, que tras lograr el acuerdo del Senado y el decreto de Alberto Fernández para seguir en su cargo, busca que el Consejo de la Magistratura la rehabilite en el cargo. Situaciones como esa, para Weimberg, implican “perder independencia y depender justamente de la política”.
La jueza del TSJ recordó también que la Constitución Nacional creó el Consejo de la Magistratura pero no se puso de acuerdo sobre la composición. “Eso ha llevado a que haya distintas leyes de composición con el objetivo de tener más injerencia del poder político y mayor injerencia en el nombramiento de los jueces”, manifestó.
Recordó que cuando participó del Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y el Ministerio Público, la llamada “comisión Beraldi”, “Hilda Kogan y yo opinábamos que un juez de la Corte debería presidir en Consejo. Fuimos las únicas que lo planteamos, todos los miembros de esa Comisión estaban en contra. Eso otorga independencia de poderes y diálogo entre poderes, que el poder político no pueda coptar al Consejo”, recordó.
Y completó: “Después tenemos a la Corte Suprema declarando inconstitucionales las leyes que crea el Congreso. Estamos en un desorden institucional muy grande“.