En la previa del segundo paro nacional de la CGT al gobierno de Javier Milei, las centrales empresarias salieron a rechazar la medida de fuerza. La Cámara Argentina de Comercio, la AmCham -que representa a las compañías norteamericanas que operan en Argentina- y la Federación de Empresas de Transporte.
“Nuestras acciones deben estar alineadas con la situación social y económica de la Argentina”, indicaron desde AmCham a través de un comunicado. “Entendemos el derecho de los trabajadores de manifestarse a través de los mecanismos legales disponibles, pero lo criticable es la oportunidad de repetir el segundo paro nacional en 4 meses de un gobierno elegido democráticamente”, señalaron.
“Pensamos que la paralización de la economía por un día solo agrava la situación. Se estima que cada día de paro provoca pérdidas que ascenderían a 1.500 millones de dólares“, apuntó AmCham. Y advirtieron que el paro “pone en riesgo empleos. Cada dólar perdido en un paro es un dólar menos para invertir en salud, educación, infraestructura y programas sociales que tanto necesitamos”.
Y se preguntaron: “¿Quién querrá invertir en un país donde la conflictividad laboral es moneda corriente? No podemos seguir permitiendo que el conflicto sea un obstáculo en el camino hacia un futuro mejor para Argentina”.
También la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) manifestó su rechazo al paro. “La Entidad respeta el derecho de huelga consagrado en la Constitución, pero considera que la medida anunciada resulta injustificada y por demás inoportuna”, señalaron en un comunicado.
Si bien la CAC reconoce las “evidentes y dolorosas dificultades socioeconómicas” señala que “los padecimientos presentes tienen su origen en desaciertos previos, algunos de larga data –como las excesivas regulaciones y la presión tributaria desproporcionada– y otros que se magnificaron notablemente durante los últimos años –como el desorden en las cuentas públicas y la excesiva emisión monetaria–”.
“Resulta llamativo que a cinco meses de la asunción del actual Gobierno Nacional ya se lleve a cabo un segundo paro general, cuando durante los cuatro años del anterior período presidencial –mientras muchos de los males señalados se incubaban– no hubo siquiera una sola protesta de estas características”, apuntó la CAC.
La CAC defendió también la Ley Bases que se está tratando en el Senado. “Una modernización laboral favorecerá la generación de más y mejor empleo –y por lo tanto no tendría que generar oposición en quienes deben velar por los intereses de los trabajadores– cabe señalar que el actual proyecto prevé cambios bastante acotados, mucho menos ambiciosos que los planteados en el texto original”.
Otro de los pronunciamientos contra el paro vino de la mano de a Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) que consideró “inexplicable e inoportuno el paro nacional convocado por la CGT”.
“La medida genera una gran frustración en las miles de pymes a las que representan las 43 Cámaras de transporte que integran la Federación”. Y señalaron que el sector sufre una caída promedio del 40% de la actividad y acumula en los últimos 12 meses un aumento de costos de 297,8%.
“A pesar de eso, las empresas asociadas a la Federación (alrededor del 80% de las pymes transportistas de la Argentina), aceptaron afrontar la recomposición salarial de sus colaboradores, tal como lo solicitó el gremio”, indicó FADEEAC a través de un comunicado.