El proyecto de ley busca que los envases de los productos incluyan etiquetas para advertir los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
Un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados concluyó este martes con las reuniones informativas y comenzará a discutir en las próximas semanas el dictamen del proyecto de ley que exige que envases de los productos incluyan etiquetas para advertir los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
Las comisiones recibieron en tres reuniones plenarias las opiniones de unos cuarenta expositores sobre el proyecto sancionado por el Senado que busca concientizar a la sociedad sobre los peligros que tiene en la salud el exceso de grasas y de azúcares en la alimentación.
El proyecto fue debatido en una reunión conjunta de las las comisiones de Legislación General, Acción Social y Salud Pública, Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria, que contará con la presencia de invitados del sector.
El titular de Legislación General, Cecilia Moreau (Frente de Todos), encabezó la reunión de la que participaron sus pares de Acción Social y Salud Pública, Pablo Yedlin (FdT); de Defensa del Consumidor, Diego Mestre (Juntos por el Cambio); y de Industria, Alejandro García (JxC).
Moreau señaló que tras recibir “la opinión de más de cuarenta expositores” buscará acordar con las autoridades de las cuatro comisiones “la hoja de ruta del tratamiento entre los diputados“.
En el marco de la reunión, Philip Pérez, presidente de la Cámara Argentina de Anunciantes, se mostró a favor de “restringir la comunicación de productos dirigidos a niños que no cumplan con criterios nutricionales” aunque pidió algunos cambios a la norma que, dijo, consideran “confusos“.
Desde la Asociación Justicia Colectiva, Guillermina Gulo Tieri, destacó la importancia de la ley de etiquetado frontal, al sostener que “es una oportunidad que no podemos perder” y señaló que con la norma “se forma un sistema coherente que no es solo para los niños sino para los adultos que también vamos a estar influidos” por la regulación.
Por su parte, el senador chileno Guido Girardi, autor de la ley etiquetado en ese país, hizo referencia a la experiencia de Chile a partir de la aplicación de la ley y dijo que en ese país “el 30 por ciento de los productos fue reformulado“, al advertir que “estos modelos de alimentación causan muertes, porque no estamos hablando de alimentos sino de basura“.
En tanto, desde Amcham, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Alejandro Díaz, destacó la necesidad de “armonizar” esta norma al interior del Mercosur y consideró que esta ley “debería ser de carácter provisorio hasta que se regularice la norma” entre los integrantes de ese bloque, a la vez que advirtió que el plazo de 180 días para adecuar la norma es “exiguo“.
El proyecto sancionado por el Senado busca advertir a los consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de dar información clara, oportuna y veraz.
Además, procura promover la prevención de la malnutrición en la población y la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles.
Tras su paso por el Senado, la iniciativa comenzó a debatirse el año pasado en varias reuniones informativas aunque no se logró avanzar en el dictamen. Ante esa situación, más de cien organizaciones que impulsan el proyecto emitieron un comunicado para reclamar a los legisladores que aprobaran la ley “sin demoras y sin cambios“.
En febrero pasado, el proyecto -que había sido incluido en el temario de sesiones extraordinarias- fue debatido en una reunión informativa que contó con la presencia de entidades empresarias, organizaciones no gubernamentales y funcionarios provinciales.
De aprobarse la iniciativa, los productos que sobrepasen los límites fijados por el organismo deberán tener en el frente de sus envases una etiqueta octogonal negra, con borde y letras de color blanco, que advierta sobre el exceso del nutriente crítico que corresponda en cada caso.