El Cronista – Instituciones sólidas para generar clima de negocios

Es sabido que, entre los temas más recurrentes de los últimos años en la Argentina, pensamos qué país debemos construir para atraer inversiones de largo plazo, cómo generar el desarrollo económico tan necesario, cómo estabilizar nuestra economía, cómo diseñar un Estado eficiente y un sector privado comprometido.

Y para poder concretarlo, como líderes políticos, empresarios, sindicalistas y del tercer sector, debemos asumir un nivel de compromiso ciudadano profundo para ser parte de la solución, estableciendo acuerdos básicos, y delinear e implementar los mecanismos que nos permitan salir de la coyuntura acuciante en la que estamos inmersos como país.

Desde AmCham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, ya hemos manifestado nuestra preocupación sobre estos aspectos, sin embargo, hay otro superior que es la preservación de un modelo republicano, basado en el respeto a la Constitución Nacional y de nuestras instituciones democráticas.

Aspectos como el posible incumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la coparticipación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por parte del Ejecutivo Nacional o el pedido de juicio político a los integrantes de la Corte, no solo abren el camino hacia un estado de incertidumbre político y legal con amplias repercusiones institucionales, sino que vuelve a plantear una riesgosa disociación de la política con la sociedad y sus problemas.

Necesitamos que la política se focalice sobre cuestiones que sean centrales a las necesidades de los argentinos y contribuyan al desarrollo del país.

Especialmente en este último caso, donde parece que las causales (el mal desempeño de las funciones, que es una causal subjetiva y, por otro lado, la comisión de delitos en ejercicio del cargo o por fuera de la función pública) no se cumplen y solo se interpone la acción ante sentencias que no resultan beneficiosas para la administración actual.

Para enfrentar y resolver este tipo de cuestiones, es necesario contar con bases e instituciones sólidas que generen un escenario previsible para que empresas locales e internacionales apuesten al desarrollo de sus negocios en nuestro país.

Para poder avanzar es vital trabajar en conjunto, sistema público y privado, aportando y debatiendo ideas, pero primordialmente, llevando soluciones concretas y efectivas a los problemas de todos los argentinos.

SE BUSCAN SEÑALES CLARAS

Desde AmCham creemos esencial que el Gobierno dé señales claras a mediano plazo, a través de un plan socioeconómico predecible y certero.

La Cámara apoya y se pone a disposición permanentemente para lo que necesite la administración argentina, en relación al vínculo con los Estados Unidos.

Nuestra prioridad persigue políticas de Estado que apunten a concretar la transformación social y económica del país, considerando el rol activo del sector privado y la mejora de la situación de vulnerabilidad presente en gran parte de nuestra sociedad.

Estados Unidos cuenta con el mayor monto del stock total de inversión extranjera directa presente en nuestro país, invertidos por empresas de origen estadounidense especialmente dedicadas a la minería, energía, industrias manufactureras y telecomunicaciones, consumo masivo, automotores, etc.

BUEN AMBIENTE DE NEGOCIOS

Y es por esto mismo que desde AmCham Argentina promovemos un ambiente de negocios basado en la ética, la transparencia y la libre empresa, contribuyendo a los objetivos de nuestras empresas socias, y al desarrollo económico e institucional de Argentina.

Creo firmemente que una eficiente articulación entre el sector público y el sector privado es la única manera de alcanzar estos logros, después de más de una década de no crecimiento.

Es por lo que nuestro foco ha sido, es y será colaborar siempre para el desarrollo sostenible de la sociedad argentina, pues somos una comunidad empresarial que comparte la vocación de construir lazos y acciones de largo plazo.

Así, finalmente, podremos convertirnos en una Argentina con desarrollo económico y social, en donde los derechos de todos los ciudadanos estén garantizados.

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